Este viaje al Salento no fue solo turismo, sino sobre todo descubrimiento de sabores auténticos. Decidimos contarlo tal como lo vivimos: caminando por las calles de Lecce, parándonos en los locales que nos llamaban la atención y probando lo que la gente del lugar ama de verdad. Además, quisimos compartirlo en nuestra serie Alla Nostra, en el canal de YouTube de La Ragazza col Mattarello. Allí podéis ver el recorrido completo y vivirlo con nosotros. Si todavía no lo habéis hecho, os invitamos a suscribiros al canal para no perderos los próximos episodios.
Índice

La primera parada en Lecce
La primera parada fue en el Angolino de via Matteotti. Es un sitio pequeño, pero basta entrar para entender que estás en el lugar correcto. La puccia que elegimos estaba rellena de verduras y albóndigas. Bocado tras bocado fue la confirmación de que la sencillez, cuando está bien hecha, siempre gana.
Un rustico diferente
Un poco más adelante nos detuvimos en la Boulangerie. Aquí el protagonista fue el rustico. Todos lo conocemos, pero el que probamos era especial, preparado con harinas diferentes. Además, la masa estaba crujiente y el relleno caliente y sabroso. Una variante interesante de un clásico que nunca decepciona.
El Fornaio y la sorpresa de la pitta
En el centro, justo frente al anfiteatro romano, nos paramos en Il Fornaio. Es un local histórico y se nota. Compramos la piscialetta, los pizzi y los taralli. Todo estaba rico, pero la sorpresa llegó poco después. La pitta de patatas se había terminado, pero Antonello, nuestro amigo de la Masseria Vigneri, nos hizo probar la suya, preparada en casa. Fue uno de esos momentos que se quedan grabados: no solo buena comida, también la sensación de sentirse acogidos.
Pausa en el Caffè Alvino
En el Caffè Alvino, en la Piazza Sant’Oronzo, hicimos una pausa distinta. El café leccese con hielo y leche de almendra estaba fresco y perfecto para el calor. Lo acompañamos con un rustico y un pasticciotto. Todo sencillo, todo en su punto, como se espera de un lugar que ya es una institución en la ciudad.

Dulces tradicionales en Natale y Schipa
En la Pasticceria Natale nos dejamos conquistar por un trío ganador: rustico, pasticciotto y fruttone. Aquí se nota realmente la mano de quien trabaja con precisión y pasión. El fruttone, con pasta de almendras, mermelada y chocolate, fue un descubrimiento que nos dejó felices. También en Schipa encontramos la misma calidad, con otro pasticciotto y otro fruttone que confirman la tradición.
Una pausa moderna
Para cambiar un poco de ambiente nos detuvimos en Quanto Basta, un cocktail bar donde la modernidad se mezcla con la tradición. Por eso, un buen cóctel fue una manera perfecta de cerrar el día, sobre todo después de haber comido tanto.
El bocadillo de MezzoQuinto
Y no podía faltar MezzoQuinto. Aquí los bocadillos son verdaderos protagonistas. Elegimos uno con albóndigas a la genovesa y otro con carne de caballo. Ambos intensos y sabrosos, una experiencia que cuenta otro lado del street food salentino, el más rústico y directo.
Focaccia en Bari
Nuestro recorrido terminó en Bari, en los hornos Santa Rita y Fiore. Dos sitios que guardan la historia de la focaccia barese. Crujiente por fuera, suave por dentro, con los tomates y el aceite que se te quedan en los dedos. Un cierre perfecto para este viaje.
Un ranking final
Al final, como siempre, hicimos nuestro pequeño ranking. Si tuviéramos que recomendar tres paradas a quien tiene poco tiempo, escogeríamos sin dudar MezzoQuinto con su bocadillo de carne de caballo, el Panificio Santa Rita con su focaccia inolvidable y la Pasticceria Natale con el pasticciotto, el rustico y el fruttone que bien valen la visita.
El mapa
Lo que nos llevamos de este viaje
No fue solo un recorrido gastronómico, sino una manera de vivir realmente el Salento. Además, cada parada nos contó algo: la pasión de quien cocina, la generosidad de quien nos acogió, el vínculo entre la gente y sus sabores. Y si queréis acompañarnos en más aventuras, no olvidéis seguirnos en YouTube y en nuestras redes. Alla Nostra continúa, y lo mejor está por venir.