La receta de un plato típico de la gastronomía italiana en su versión auténtica, fácil de preparar y con ingredientes sencillos. Sin embargo, hablar de la pasta a la carbonara es casi “peligroso”, porque es una de esas recetas que desatan discusiones intensas: guanciale o pancetta, pecorino o parmesano, cuántos huevos usar… ¡Las polémicas son infinitas! Aun así, su fama está más que merecida: pocos platos reflejan tan bien la tradición romana y, al mismo tiempo, permiten tantas variaciones personales.
Un método para adaptarse a cada gusto
Me la tengo requeteestudiada en todas las versiones posibles e imaginables, y hoy te presento la que mejor equilibrio me ofrece. Te animo, eso sí, a adaptarla a tu gusto y a lo que tengas a mano: si no encuentras guanciale, puedes usar pancetta o incluso bacon ahumado; y si el pecorino te parece fuerte, mézclalo con otro queso más suave.
Un origen histórico rodeado de hipótesis
Según las teorías más recientes, la carbonara se popularizó tras la liberación de Roma en 1944, cuando las tropas aliadas combinaron huevos y bacon con la pasta italiana. Aun así, la receta no figura en los viejos manuales de cocina romana hasta mediados del siglo XX, lo que hace que su creación exacta siga siendo objeto de debate. Con los años, este plato se fue “romanizando” y terminó convirtiéndose en uno de los símbolos más queridos de la Ciudad Eterna.
Por encima de todo
Mi consejo es claro: vive y deja vivir. Cada hogar defiende su “carbonara perfecta” y, aunque las discusiones pueden ser apasionantes, lo verdaderamente importante es disfrutar cocinando y saboreando cada bocado. ¡Anímate a probar diferentes variantes y encuentra tu versión favorita de este clásico romano!
Mira el video con todos los pasos
Aquí debajo puedes ver el video con todos los pasos de la receta para preparar la pasta a la carbonara de la forma más fácil. Y si aún no lo has hecho, te invito a suscribirte a mi canal de YouTube para no perderte ninguna receta nueva.
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Ingredientes principales de la pasta a la carbonara
Para 2 personas
Tiempo de preparación:
10 min
Tiempo de cocción: 20 min
- 140 g de spaghetti
- 100 g de guanciale
- 2 yemas de huevo grande
- 15 g de pecorino + 10 g para emplatar
- 20 g de grana padano
- Pimienta negra
- Sal
Recuerda:
Al final del artículo encontrarás la ficha completa de la receta con tiempos de cocción y preparación detallados.
Cómo preparar la pasta a la carbonara
Ocuparse del guanciale
Corta el guanciale en tiras (o cubos, si es lo bastante grueso). Ponlo directamente en una sartén o wok sin añadir aceite, ya que la grasita que suelta es más que suficiente. Hazlo a fuego medio-bajo para que se vaya “sudando” poco a poco: así queda crujiente por fuera pero mantiene un punto tierno por dentro. Una vez listo, retira los trocitos y separa la grasa que hayan soltado; esa misma grasita puedes usarla después para dar un sabor extra a la salsa.
Hervir la pasta
Calienta abundante agua en una olla grande y echa sal con moderación, recordando que el guanciale y el queso aportan su propio punto salado. Cuando el agua rompa a hervir, añade la pasta —en este caso, spaghetti— y cuécela al dente (unos 8-9 minutos, dependiendo de la marca). Antes de escurrir, reserva un cazo de agua de cocción.
Preparar la crema de huevo y queso
En un bol, coloca dos yemas de huevo (suficientes para dos personas) y mézclalas con una buena cantidad de queso pecorino más un poco de Grana o parmesano si prefieres suavizar el sabor. Añade pimienta negra recién molida y, si deseas, un chorrito de la grasa del guanciale. Remueve bien hasta integrar los ingredientes y ajusta la sal según tu gusto.
Combinar y conseguir la textura perfecta
Una vez lista la pasta (escúrrela sin dejarla totalmente seca), viértela de inmediato en el bol con la crema. Remueve con cuidado para evitar que el huevo cuaje. Si notas la mezcla espesa, añade un poco del agua de cocción que habías reservado. Un truco estupendo es colocar el bol sobre la olla caliente —sin taparla por completo— para que la salsa se temple al “baño maría inverso”, logrando así la cremosidad ideal sin llegar a cuajar.
Emplatado final
Sirve la pasta en un plato llano, espolvorea un extra de queso pecorino y reparte el guanciale crujiente por encima. Remata con otro toque de pimienta negra si te apetece. La pasta a la carbonara destaca por sí sola, así que basta con pocos detalles para disfrutarla en todo su esplendor. Si buscas un punto aún más cremoso, añade unas gotas más de agua de cocción; si prefieres mayor intensidad de sabor, aumenta la cantidad de pecorino.
Preguntas Frecuentes
¿Qué es el guanciale y por qué es tan importante en la receta?
El guanciale es un corte de carne curada proveniente de la mejilla del cerdo, conocido por su sabor intenso y su textura. Durante la cocción, libera una grasa aromática fundamental para aportar el sabor característico a la carbonara.
¿Puedo sustituir el guanciale con panceta o bacon?
Sí, si no encuentras guanciale puedes utilizar panceta, que es la opción más cercana en términos de sabor y textura. El bacon, al ser ahumado, puede alterar ligeramente el sabor tradicional de la receta.
¿Cuál es el truco para evitar que el huevo se cuaje y obtener una salsa cremosa?
El secreto consiste en mezclar rápidamente la pasta caliente con la crema de huevo y queso, añadiendo un poco del agua de cocción reservada para ajustar la consistencia. Además, colocar el cuenco sobre la olla caliente (sin taparlo completamente) ayuda a templar la mezcla sin que el huevo se coagule.
¿Cuánto tiempo se tarda en preparar y cocinar la pasta a la carbonara?
El tiempo total estimado es de aproximadamente 30 minutos: 10 minutos de preparación y 20 minutos de cocción, lo que convierte esta receta en una opción rápida y accesible.
¿Existen variaciones de la receta original?
Sí, aunque la receta tradicional no incluye nata, algunas versiones modernas pueden agregar un poco más de agua de cocción para lograr una mayor cremosidad o experimentar con diferentes mezclas de quesos. Sin embargo, para mantener la autenticidad se recomienda seguir la receta original.
Recetas relacionadas que te encantarán
Si te apasiona la cocina romana, aquí tienes otras sugerencias para disfrutar de sabores clásicos:
- Spaghetti amatriciana: tomate, guanciale y un toque picante irrepetible.
- Pasta cacio e pepe: sencillez total con queso y pimienta negra.
- Pasta con brócoli: verde y sabrosa, un giro diferente para alternar con la carbonara.
¡Disfruta de tu pasta a la carbonara!
Pocos platos resumen tan bien la esencia de la gastronomía italiana como la pasta a la carbonara. Anímate a prepararla en casa, a experimentar según tus gustos y, sobre todo, a disfrutar de cada bocado.
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¡Buen provecho!
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La ficha
Pasta a la carbonara
Ingredientes
- 140 g spaghetti
- 100 g guanciale
- 2 yemas huevo grande
- 15 g pecorino + 10 g para emplatar
- 20 g de grana padano
- Pimienta negra
- Sal
Elaboración paso a paso
- Ocuparse del guanciale. Corta el guanciale en tiras o en cubos si es lo bastante grueso. Colócalo en una sartén sin añadir aceite, ya que soltará su propia grasa al calentarse. Cocina a fuego medio-bajo, removiendo ocasionalmente, hasta que quede crujiente por fuera pero tierno por dentro. Retira los trozos de guanciale y separa la grasa que han soltado para usarla después en la salsa.
- Hervir la pasta. Pon a calentar abundante agua en una olla grande y añade sal con moderación, ya que el guanciale y los quesos aportan su propio punto salado. Cuando el agua hierva, incorpora los spaghetti y cuécelos al dente, siguiendo el tiempo indicado en el paquete (aproximadamente 8-9 minutos). Antes de escurrir la pasta, reserva un cazo del agua de cocción.
- Preparar la crema de huevo y queso. En un bol, coloca las yemas de huevo y bátelas ligeramente. Añade el pecorino romano y el grana padano rallado, junto con una generosa cantidad de pimienta negra recién molida. Mezcla bien hasta obtener una crema homogénea. Si deseas, puedes agregar una cucharadita de la grasa del guanciale para intensificar el sabor.
- Combinar y conseguir la textura perfecta. Escurre la pasta sin dejarla completamente seca y viértela de inmediato en el bol con la crema de huevo y queso. Remueve rápidamente para evitar que el huevo cuaje. Si la mezcla queda muy espesa, añade un poco del agua de cocción reservada y sigue removiendo hasta alcanzar una textura cremosa y sedosa. Para lograr el punto ideal sin que el huevo se coagule, puedes colocar el bol sobre la olla caliente en un "baño maría inverso".
- Emplatado final. Sirve la pasta en platos llanos. Espolvorea un extra de pecorino rallado por encima y reparte los trozos de guanciale crujiente. Finaliza con un toque adicional de pimienta negra recién molida.
Video
Notes
- Usa guanciale auténtico para obtener el sabor original, aunque puedes sustituirlo por pancetta si no lo encuentras.
- Si quieres un resultado más cremoso, añade unas gotas más de agua de cocción al final.
- No uses nata o crema de leche en esta receta, ya que la carbonara original no la lleva.
Un Comentario
Marcial Lafuente
Buena receta.
La probaré un día.
En Madrid es fácil encontrar guanciale pero a mí particularmente como más me gusta es con un buen bacon.
Y la segunda mejor que he tomado con guanciale era con este cortado muy fino
La mejor era en un restaurante siciliano ya cerrado y la hacian con papada sin curar…