Hace un par de semanas viví una pequeña ilusión momentánea: Encontré pipas saladas, sin cascara en un supermercado. Vosotros diréis: ¿Y qué? Y yo digo que al igual que los espárragos blancos, patés y alguna que otra cosa que me avergüenza demasiado admitir que hecho de menos, son productos difíciles de encontrar en Roma. Cuando voy a Sabadell hago buenas…