¡Mamma mia! Hoy te voy a contar sobre una auténtica bomba gastronómica: la famosa pasta alla Zozzona.
Imagínate esto: has probado la amatriciana con su tomate y guanciale, has disfrutado de la cremosidad de una buena carbonara, te has dejado seducir por la sencillez perfecta de la gricia y has caído rendido ante el minimalismo de la cacio e pepe. Ahora… ¿qué pasaría si juntáramos TODOS estos placeres en un solo plato?
Un “Frankenstein” delicioso de la cocina romana
La zozzona es precisamente eso: una especie de “Frankenstein” guarrísimo y buenísimo que combina todos los elementos que hacen grandes a las pastas romanas: guanciale crujiente, salchicha, huevo cremoso, tomate, y por supuesto, el rey de Roma, el pecorino.
Su nombre no podía ser más acertado – “zozzona” significa literalmente “guarrita” o “cerdita” en dialecto romano. ¡Y vaya si hace honor a su nombre! Es un plato opulento, excesivo y absolutamente maravilloso.
De secreto local a sensación mundial
Lo curioso es que este tesoro culinario, nacido en los pintorescos Castelli Romani (esa zona al sur de Roma famosa por sus vinos como el Frascati), permaneció como un secreto local durante mucho tiempo. Tuvo que llegar el New York Times con su artículo viral para que el mundo entero pusiera sus ojos en esta maravilla. ¡Típico! Siempre tienen que venir los de fuera para descubrirnos nuestros propios tesoros.
La pasta perfecta para ocasiones especiales
Es perfecta para celebraciones como el carnaval, cuando la tradición nos invita a disfrutar sin culpa antes de la austeridad de la cuaresma. Es el último gran pecado gastronómico antes del “arrepentimiento”, el plato que todos los dietistas odian pero que tu alma adora.
¿Te atreves a preparar esta delicia romana en casa? Te prometo que después de probarla, puede que nunca vuelvas a ver tus rigatoni de la misma manera…
Además, te explicaré paso a paso cómo preparar la pasta a la Zozzona en casa con todos los trucos para que quede perfecta. ¡Vamos a por ello!
Mira el video con todos los pasos
Aquí debajo puedes ver el video con todos los pasos de la receta para preparar la pasta a la Zozzona de la forma más fácil. Y si aún no lo has hecho, te invito a suscribirte a mi canal de YouTube para no perderte ninguna receta nueva. ¡No olvides seguirme en Instagram! Allí comparto más recetas, trucos y contenido especial para los amantes de la cocina italiana.

Ingredientes principales de la pasta a la Zozzona
Para 2 personas
Tiempo de preparación:
10 min
Tiempo de cocción: 15 min (aprox.)
- 180 g pasta (rigatoni o mezze maniche)
- 100 g de guanciale
- 100 g salchicha fresca
- 2 yemas de huevo grandes
- 200 g tomate rallado
- 60 g pecorino romano rallado o grana padano, si la quieres más suave
- Pimienta negra recién molida (a gusto)
Recuerda:
Al final del artículo encontrarás la ficha completa de la receta con tiempos de cocción y preparación detallados.
Cómo preparar la pasta a la Zozzona
Preparación de los ingredientes
Antes de empezar, pon una olla grande con agua a hervir para la pasta. Mientras tanto, corta el guanciale en pequeños cubos o tiras y la salchicha en trozos pequeños. Si prefieres, puedes quitarle la piel a la salchicha, aunque personalmente me gusta dejarla para que mantenga mejor su forma durante la cocción.
Dorar el guanciale y la salchicha
En una sartén amplia, cocina el guanciale a fuego medio-bajo sin añadir aceite. Queremos que suelte su propia grasa y quede tostado por fuera pero conservando algo de ternura por dentro. Una vez dorado, retíralo y reserva.
Con un poco de la grasa que ha soltado el guanciale (no toda, para no hacer el plato excesivamente graso), cocina la salchicha hasta que esté bien dorada por fuera.
Preparar la salsa de tomate
Añade el tomate pelado a la sartén con la salchicha. Machácalo un poco y deja que se cocine durante unos 5-7 minutos, hasta que el tomate se haya reducido ligeramente. Es importante ir probando para ajustar la sal, ya que tanto el guanciale como la salchicha suelen ser bastante salados.
Cuando la salsa esté lista, incorpora parte del guanciale reservado y mezcla bien.
Preparar la mezcla de huevo y queso
En un cuenco, mezcla las yemas de huevo con el pecorino rallado y añade una generosa cantidad de pimienta negra recién molida. Agrega también un poco de la grasa del guanciale para que la mezcla quede más cremosa y sea más fácil de trabajar.
Cocinar la pasta y unir todos los ingredientes
Cuando el agua esté hirviendo, añade sal y cuece los rigatoni al dente según las instrucciones del paquete. Es mejor dejarlos ligeramente firmes ya que terminarán de cocinarse con la salsa.
Escurre la pasta conservando un poco del agua de cocción, y añádela directamente a la sartén con la salsa de tomate y salchicha. Mezcla bien para que la pasta se impregne de sabor.
Retira la sartén del fuego y, con el calor residual, incorpora la mezcla de huevo y queso, removiendo rápidamente para que el huevo no se cuaje y se forme una crema. Si es necesario, añade un poco del agua de cocción reservada para conseguir la consistencia deseada.
Servir la pasta a la Zozzona
Sirve inmediatamente, añadiendo por encima el guanciale crujiente restante, un poco más de pecorino rallado y una vuelta extra de pimienta negra.
Trucos y consejos para una pasta a la Zozzona perfecta
Controla la grasa
El guanciale y la salchicha sueltan bastante grasa durante la cocción. Para evitar que el plato quede demasiado pesado, retira parte de esta grasa, conservando solo la necesaria para cocinar el resto de ingredientes.
Prueba antes de salar
Tanto el guanciale como la salchicha y el pecorino son ingredientes bastante salados. Ve probando durante la preparación para evitar que la pasta a la Zozzona quede demasiado salada.
El secreto está en la cremosidad
Para conseguir la cremosidad perfecta al añadir la mezcla de huevo y queso, es fundamental retirar la sartén del fuego. El calor residual debe ser suficiente para espesar la salsa sin cuajar el huevo.
Variaciones de la pasta a la Zozzona
Si prefieres un sabor más dulce y equilibrado, puedes añadir un poco de cebolla al sofrito inicial. Aunque en las recetas romanas tradicionales no suele incluirse, aporta un toque interesante que complementa bien el resto de sabores.
¿Cuándo preparar la pasta a la Zozzona?
La pasta a la Zozzona es perfecta para ocasiones especiales como el Carnaval, cuando tradicionalmente se consumen platos más opulentos antes de la austeridad de la Cuaresma. Sin embargo, no necesitas una excusa para disfrutar de esta deliciosa pasta: cualquier celebración o día en que quieras darte un capricho culinario es perfecto para prepararla.
Por su riqueza y contundencia, combina muy bien con vinos de la zona de los Castelli Romani, como un buen Frascati, que ayudan a equilibrar los intensos sabores del plato.
Preguntas Frecuentes sobre la pasta a la Zozzona
¿Puedo sustituir el guanciale por panceta?
Aunque tradicionalmente se usa guanciale, si no lo encuentras puedes sustituirlo por panceta. El sabor será ligeramente diferente, pero seguirá siendo delicioso. Lo importante es que sea panceta con buena cantidad de grasa para aportar sabor a la pasta a la Zozzona.
¿Qué tipo de salchicha es mejor para la pasta a la Zozzona?
Lo ideal es usar una salchicha italiana fresca, preferiblemente no muy especiada para que no enmascare los demás sabores. Si no encuentras salchicha italiana, puedes utilizar salchicha de cerdo fresca de buena calidad.
¿Puedo usar pasta larga en lugar de rigatoni?
Aunque tradicionalmente la pasta a la Zozzona se prepara con rigatoni, puedes usar otras pastas como espaguetis si lo prefieres. La ventaja de los rigatoni es que sus huecos atrapan muy bien la salsa y los trozos de guanciale y salchicha.
¿Cuál es el secreto para que la salsa de huevo no se corte?
Lo fundamental es retirar la sartén del fuego antes de añadir la mezcla de huevo. El calor residual debe ser suficiente para espesar la salsa sin cuajar el huevo. También ayuda añadir un poco del agua de cocción de la pasta, rica en almidón, que ayuda a emulsionar la salsa de la pasta a la Zozzona.
¿Se puede preparar la pasta a la Zozzona con antelación?
La pasta a la Zozzona, como la mayoría de las pastas, está mejor recién hecha. La salsa cremosa tiende a espesarse y perder su textura perfecta al enfriarse. Si necesitas prepararla con antelación, te recomiendo tener todos los componentes listos y hacer el montaje final en el último momento.
Recetas relacionadas que te encantarán
Si te ha gustado la pasta a la Zozzona, seguro que disfrutarás con estas otras pastas romanas tradicionales:
- Pasta Cacio e Pepe: la receta más sencilla pero llena de sabor, con pecorino romano y pimienta negra.
- Pasta Amatriciana: con guanciale, tomate y pecorino, un clásico de la cocina romana.
- Pasta Carbonara: la auténtica carbonara italiana, cremosa y sin nata.
- Pasta Gricia: considerada la “carbonara blanca”, una delicia con guanciale y pecorino.
¡Disfruta de tu pasta a la Zozzona y sorprende a todos!
Esta receta es la prueba de que a veces la combinación más atrevida es la más deliciosa. La pasta a la Zozzona reúne lo mejor de cada pasta romana en un solo plato que te transportará directamente a los Castelli Romani.
Anímate a preparar la pasta a la Zozzona en casa y cuéntame en los comentarios cómo te ha salido. Si te ha gustado esta receta, suscríbete a mi canal de YouTube e Instagram para descubrir más platos italianos auténticos. Deja un comentario con tus impresiones y comparte tus fotos en redes sociales. ¡Me encantará ver tus creaciones!
¡Buen provecho!
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La ficha
Pasta a la Zozzona
Ingredientes
- 180 g pasta rigatoni o mezze maniche
- 100 g guanciale
- 100 g salchicha fresca
- 2 yemas huevo grandes
- 200 g tomate rallado
- 60 g pecorino romano rallado o grana padano
- Pimienta negra recién molida al gusto
- Sal
Elaboración paso a paso
- Pon a hervir una olla grande con agua y sal para la pasta.
- Corta el guanciale en pequeños cubos o tiras y la salchicha en trozos pequeños (puedes quitar la piel de la salchicha si lo prefieres).
- Dorar el guanciale y la salchicha. En una sartén amplia, cocina el guanciale a fuego medio-bajo sin añadir aceite, para que suelte su propia grasa. Una vez dorado, retíralo y resérvalo.
- Con un poco de la grasa del guanciale (sin excederte), cocina la salchicha hasta que esté bien dorada.
- Preparar la salsa de tomate. Añade el tomate pelado (machacado ligeramente) a la sartén con la salchicha.
- Cocina durante 5-7 minutos hasta que el tomate se reduzca ligeramente, probando y ajustando la sal.
- Incorpora parte del guanciale reservado y mezcla bien.
- Mezcla de huevo y queso. En un cuenco, mezcla las 2 yemas de huevo con el queso rallado (pecorino o grana padano) y añade abundante pimienta negra recién molida.
- Agrega un poco de la grasa del guanciale para obtener una mezcla más cremosa.
- Cocinar la pasta y unir los ingredientes. Cocina la pasta al dente en el agua hirviendo.
- Escurre la pasta reservando algo del agua de cocción y añádela directamente a la sartén con la salsa de tomate y salchicha.
- Mezcla bien para que la pasta se impregne de sabor.
- Finalizar la salsa. Retira la sartén del fuego y, con el calor residual, incorpora la mezcla de huevo y queso, removiendo rápidamente para evitar que el huevo se cuaje.
- Si es necesario, añade un poco del agua de cocción reservada hasta lograr la consistencia deseada.
- Servir. Sirve inmediatamente, decorando con el guanciale crujiente restante, un poco más de queso rallado y un toque extra de pimienta negra.
Video
Notes
- Controla la cantidad de grasa: Retira parte de la grasa del guanciale y la salchicha si el plato resulta demasiado pesado.
- Prueba antes de salar: Los ingredientes ya aportan sal, así que ajusta con cuidado.
- El secreto de la cremosidad está en retirar la sartén del fuego antes de añadir la mezcla de huevo para evitar que se corte.