Si estás buscando una receta italiana tradicional que combine sabores auténticos y un toque de frescura, te invito a descubrir esta exquisita pasta con alcachofas, guanciale y pecorino. A diferencia de la panceta, aquí utilizamos guanciale —procedente de la papada del cerdo— para darle un matiz único, y en lugar de un queso cualquiera, nos decantamos por el pecorino, elaborado con leche de oveja y con un sabor inconfundible. Todo ello, realzado por una pizca de mentuccia, aporta un aroma muy especial que potencia cada bocado. Esta receta romana representa lo mejor de la cocina italiana, con ingredientes frescos y una combinación de texturas que te hará sentir como en la Ciudad Eterna.
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Aquí debajo puedes ver el video con todos los pasos para preparar la receta de la forma más fácil.
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Historia y tradición de la pasta con alcachofas, guanciale y pecorino: un plato romano por excelencia
Historia y tradición: un plato romano por excelencia
Los tonnarelli son un tipo de pasta fresca similar a los spaghetti pero con corte cuadrado, ideales para absorber las salsas más deliciosas. Este plato rinde homenaje a las raíces campesinas de Roma, donde ingredientes como las alcachofas y el guanciale forman parte de la cocina diaria.
El toque especial de la mentuccia
La mentuccia, una hierba aromática típica de Italia, añade frescura y autenticidad a esta receta. Aunque puedes sustituirla por menta común, el sabor único de la mentuccia eleva este plato a otro nivel.
Una tradición primaveral
En las trattorias romanas, este tipo de recetas es especialmente popular durante la primavera, cuando las alcachofas están en su mejor momento. Prepárala en casa y lleva un pedazo de Roma a tu mesa.
Ingredientes principales
Para 2 personas
Tiempo de preparación:
10 minutos
Tiempo de cocción: 25 minutos
- 160 g de pasta fresca o seca (tonnarelli, spaghetti, o tu favorita)
- 2 alcachofas frescas
- 100 g de guanciale o bacon
- 40 g de pecorino rallado (o queso de oveja añejo)
- 1 diente de ajo
- 5 hojas de mentuccia (o 2 de menta común)
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta negra recién molida
- Sal al gusto
Recuerda:
Al final del artículo encontrarás la ficha completa de la receta con tiempos de cocción y preparación detallados.
Preparación paso a paso de la pasta alcachofas, guanciale y pecorino
Limpia las alcachofas
Retira las hojas externas más duras hasta llegar al corazón. Corta la parte superior y pela el tallo. Para evitar que se oxiden, sumérgelas en agua con limón.
Cocina las alcachofas
Corta las alcachofas en láminas finas. En una sartén, saltéalas con aceite de oliva y un diente de ajo. Cocina a fuego lento, añade un poco de agua y sal al gusto hasta que estén tiernas.
Prepara el guanciale
Corta el guanciale en tiras pequeñas. En una sartén sin aceite, cocínalo a fuego medio hasta que esté crujiente por fuera y tierno por dentro.
Cuece la pasta
Hierve la pasta en abundante agua con sal hasta que esté al dente. Antes de escurrir, reserva una taza del agua de cocción.
Mezcla los ingredientes
Añade la pasta cocida a la sartén con las alcachofas y el guanciale. Vierte un poco del agua de cocción y remueve para que todos los sabores se integren.
Agrega el pecorino y emplata
Retira la sartén del fuego y añade el pecorino rallado poco a poco. Mezcla bien hasta obtener una salsa cremosa. Decora con mentuccia fresca, un toque adicional de pecorino y pimienta negra al gusto.
Trucos y consejos para una pasta alcachofas, guanciale y pecorino perfecta
Alcachofas frescas
Elige alcachofas grandes y firmes para garantizar el mejor sabor y textura.
Guanciale auténtico
Aunque puedes usar bacon como sustituto, el guanciale romano aporta un sabor más tradicional e intenso.
El pecorino ideal
Opta por un queso de oveja añejo de calidad para lograr una cremosidad irresistible.
Mentuccia o menta
Si no encuentras mentuccia, la menta común funciona bien, pero el plato tendrá un toque menos auténtico.
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¡Disfruta de tu pasta alcachofas, guanciale y pecorino!
Este plato combina tradición y sabores auténticos de Roma. Prepáralo para una ocasión especial o simplemente para disfrutar de un capricho lleno de historia.
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¡Buen provecho!
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La ficha
Pasta con alcachofas, guanciale y pecorino
Ingredientes
- 160 g pasta fresca o seca tonnarelli, spaghetti, o tu favorita
- 2 alcachofas frescas
- 100 g guanciale o bacon
- 40 g pecorino rallado o queso de oveja añejo
- 1 diente de ajo
- 5 hojas mentuccia o 2 de menta común
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta negra recién molida
- Sal
Elaboración paso a paso
- Limpia las alcachofas. Retira las hojas externas más duras hasta llegar al corazón. Corta la parte superior y pela el tallo. Para evitar que se oxiden, sumérgelas en agua con limón.
- Cocina las alcachofas. Corta las alcachofas en láminas finas. En una sartén, saltéalas con aceite de oliva y un diente de ajo. Cocina a fuego lento, añade un poco de agua y sal al gusto hasta que estén tiernas.
- Prepara el guanciale. Corta el guanciale en tiras pequeñas. En una sartén sin aceite, cocínalo a fuego medio hasta que esté crujiente por fuera y tierno por dentro.
- Cuece la pasta. Hierve la pasta en abundante agua con sal hasta que esté al dente. Antes de escurrir, reserva una taza del agua de cocción.
- Mezcla los ingredientes. Añade la pasta cocida a la sartén con las alcachofas y el guanciale. Vierte un poco del agua de cocción y remueve para que todos los sabores se integren.
- Agrega el pecorino y emplata. Retira la sartén del fuego y añade el pecorino rallado poco a poco. Mezcla bien hasta obtener una salsa cremosa. Decora con mentuccia fresca, un toque adicional de pecorino y pimienta negra al gusto. [/wprm-recipe-instructions]