No sabía si colgar esta receta o no, porque alguien me había dicho, frunciendo el ceño, que era “comida de abuelas”. Finalmente no le he hecho caso porque…1.- A mí me encanta todo lo relacionado con los inventos de y para abuelas y burro el que diga, que iaia es antónimo fijo de modernidad. Sólo hace falta ver, por ejemplo, las cosas que se le ocurren a esta nonna italiana. 2.- ¿Sabíais que la stracciatella, no es sólo un helado, sino también un tipo de queso y la sopa de la receta a continuación? Yo antes de venir a vivir a Roma, no. Lo he preguntado a unos cuantos no nativos y tampoco lo sabían. Así que creo que os podría interesar, aunque sea sólo para conocer un nuevo de plato “exótico”. 3.- Qué porquería de bloc sería este, si no hablara alguna vez de una sopa tan típicamente romana. 4.- Situación: Uno de esos días fríos de invierno, que vuelves a casa del trabajo, sin ganas ni de quitarte los zapatos, pero algo tienes que comer. ¿A quien no le gustaría tener un nuevo recurso fácil, que se preparara en un plis-plas y con ingredientes que normalmente siempre se tienen en la nevera? Y ya ni te digo si tienes invitados de última hora, pero no has podido dejar algo ya preparado. Podrás chulear, ni que sea con el nombre. Repitan conmigo: ¡STRAC-CIA-TEL-LA!
Hay quien dice que stracciatella es el nombre que dan a la tardura romagnola en la región Lazio; otros defienden que se trata de sopas casi idénticas, sólo que en la tardura también añaden pan rallado, aunque en Roma y alrededores llamen stracciatella a las dos variantes y los romagnoli, lo mismo, pero con la tardura. En lo que sí, se meten de acuerdo es que se trata de un recurso infalible para sacarse el frío de encima. Me temo que lo que yo os voy a recomendar es un híbrido, ya que es sin pan, pero os “permito” que uséis parmigiano, en vez de pecorino romano, un tanto complicado de encontrar lejos de Roma. Idealmente se debería cocinar el caldo en casa, pero si lo compráis en el súper no es pecado muy mortal, a menos que sea de esos que parecen hechos hirviendo calcetines sintéticos usados.
La ficha
- ½ l de caldo de carne
- 2 huevos
- 30 g de parmigiano o pecorino romano rallado
- Nuez moscada
- 1 llimón
- Calentar el caldo a fuego medio.
- Batir un huevo, una yema, el queso rallado, una cucharada de ralladura de limón y una pizca de nuez moscada.
- Sin variar el fuego, cuando el caldo empiece a hervir, agregarle el huevo y compañía, removiendo con un batidor o tenedor para que NO se formen pedazos de tortilla, sino pequeños copos esponjosos que poco a poco empezarán a flotar en el caldo.
- Continuar batiendo por un par de minutos y se acabó.