Entre las joyas ocultas de la gastronomía italiana, los Spaghetti a la Nerano destacan por su sencillez y autenticidad. Este plato, típico de la península de Sorrento, combina ingredientes frescos como los calabacines con el sabor auténtico de la cocina italiana tradicional. No es de extrañar que Stanley Tucci, en su famosa serie Searching for Italy (Recurriendo Italia), lo haya descrito como “uno de los mejores platos que he probado en mi vida”. Desde entonces, este humilde plato ha conquistado los corazones de miles de amantes de la cocina en todo el mundo
Te invito a ver el video en mi canal de YouTube, donde podrás seguir el paso a paso detallado para preparar este delicioso plato. Con unos pocos ingredientes y mucho amor, lograrás una experiencia culinaria inolvidable. No te olvides de suscribirte al canal para descubrir más recetas italianas, y sígueme en Instagram para mantenerte al tanto de todas las novedades.
Un poco de historia y tradición
La magia de los Spaghetti a la Nerano reside en su simplicidad. Nacidos en los años 50 en el restaurante María Grazia, esta receta se ha transmitido de generación en generación, manteniendo intacta su esencia. El secreto radica en la combinación de calabacines fritos, queso y albahaca, que juntos crean una crema suave y aromática que envuelve la pasta.
Ingredientes clave
Para recrear este plato en casa, necesitarás:
Dosis para 2 personas
- 180 g de spaghetti o pasta larga
- 400 g de calabacines
- 1 diente de ajo
- 100 g de parmesano o Provolone del Monaco
- 70 g de mantequilla (opcional)
- 40 g de albahaca fresca
- Aceite de girasol para freír el calabacín
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta negra molida
- Sal al gusto
Tiempo de preparación: 15 min
Tiempo de cocción total: 30 min
Al final del artículo, encontrarás la ficha completa de la receta con todos los ingredientes y las instrucciones detalladas para que no pierdas ningún paso.
Preparación con amor
Comienza cortando los calabacines en rodajas muy finas, preferiblemente con ayuda de una mandolina para asegurar un grosor uniforme. Esto permitirá que se frían de manera homogénea y queden crujientes.
Calienta abundante aceite de girasol en una sartén a una temperatura aproximada de 170 grados. Fríe las rodajas de calabacín hasta que estén doradas y crujientes. A medida que las vas sacando del aceite, colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Mezcla los calabacines fritos con algunas hojas de albahaca fresca; este paso permitirá que absorban su aroma mientras se enfrían. Espolvorea una pizca de sal sobre ellos.
Mientras tanto, pon a hervir abundante agua con sal en una olla grande para cocinar la pasta. Ralla el queso que vayas a utilizar y resérvalo.
En una sartén lo suficientemente amplia para saltear la pasta, calienta un par de cucharadas generosas de aceite de oliva virgen extra. Dora ligeramente el diente de ajo cortado por la mitad junto con unos tallos de albahaca. Esto aromatizará el aceite, dándole una base de sabor incomparable. Una vez dorados, retira el ajo y los tallos de albahaca para evitar sabores demasiado intensos.
Añade a la sartén dos terceras partes de los calabacines fritos, junto con un cucharón del agua de cocción de la pasta. Remueve bien para empezar a formar la base cremosa de la salsa.
Cuando la pasta aún esté un poco antes del punto al dente, escúrrela (reservando siempre un poco del agua de cocción) y añádela a la sartén con los calabacines. Mezcla todo para que la pasta empiece a absorber los sabores.
Aparta la sartén del fuego y es el momento de incorporar los 70 g de mantequilla si has decidido usarla. Añade también la albahaca fresca picada, una buena cantidad de pimienta negra molida y, poco a poco, los 100 g de queso rallado.
Es importante añadir el queso gradualmente y mezclar constantemente para que se integre bien y no se formen grumos. Si notas que la salsa está demasiado espesa, puedes agregar un poco más del agua de cocción para alcanzar la consistencia cremosa deseada. Ajusta de sal si es necesario.
Sirve los spaghetti inmediatamente, decorando con el resto de los chips de calabacín que habías reservado y unas hojas de albahaca fresca. El resultado es un plato cremoso, aromático y lleno de sabor que seguramente se convertirá en uno de tus favoritos.
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Conclusión
Los Spaghetti a la Nerano son una muestra de cómo la cocina italiana sabe transformar ingredientes sencillos en platos memorables. Cada bocado es un viaje a las costas de Sorrento, a sus tradiciones y a su amor por la buena mesa.
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¡Buon appetito! Y espero tus comentarios: ¿has probado ya los Spaghetti a la Nerano? ¿Tienes algún secreto o variación que quieras compartir?
La ficha
Spaghetti a la Nerano: Un viaje al corazón de la cocina italiana
Ingredientes
- 180 g spaghetti o pasta larga
- 400 g calabacines
- 1 diente de ajo
- 100 g parmesano o provolone del Monaco
- 70 g mantequilla opcional
- 40 g albahaca
- Aceite de girasol para freír el calabacín
- Aceite virgen de oliva
- Pimienta negra
- Sal
Elaboración paso a paso
- Cortar los calabacines muy finos, preferiblemente con ayuda de una mandolina.
- Freír las rodajas de calabacín en abundante aceite de girasol a una temperatura aproximada de 170 grados.
- A medida que se van sacando los calabacines fritos del aceite, ir mezclandolos con algunas hojas de albahaca.
- Poner a hervir abundante agua con sal a gusto para hervir la pasta.
- Rallar el queso.
- Calentar un par de cucharadas generosas de aceite de oliva en una sartén lo suficientemente grande como para saltear en ella la pasta.
- Dorar el diente de ajo, junto a unos tallos de la albahaca.
- Retirar el ajo y los tallos y añadir dos terceras partes del calabacín frito, junto a un cucharón de agua de cocción de la pasta y remover para empezar a formar la base de la crema para la pasta.
- Añadir a la paella la pasta cuando todavía le falte un momento para estar al dente.
- Apartar la pasta del fuego e incorporar la mantequilla, albahaca, pimienta molida y, poco a poco, el queso rallado para que no se formen grumos. Si es necesario, añadir un poquito de agua de cocción para que quede más cremosa.
- Servir con el resto de chips de calabacín por encima.
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