En Roma, los fiori di zucca fritos son pura magia en un bocado: flores de calabacín perfumadas, rellenas con anchoa salada y mozzarella fundente, cubiertas de una pastella —una mezcla ligera de harinas y agua con gas que crea una capa crujiente y aireada— y fritas al punto justo. Con solo unos minutos y unos trucos de trattoria, transformarás ingredientes…