Os apetece una tarta de queso riquísima, pero con un montón menos de calorías de lo que contienen las mas tradicionales y sin necesidad de utilizar sucedáneos light? Pues preparadla con ricotta! Como ya sabéis, la ricotta es un queso fresco italiano, hermano del requesón. Tiene unas 174 calorías por cada 100 gramos. El queso con el que se prepara el NY cheesecake, tiene 342 calorías por cada 100 gramos.
Linea y salud a parte, porque, total, un capricho de tanto en tanto se lo puede permitir casi cualquiera, con el calor que hace, apetecen postres frescos y ligeros y, la tarta de queso hecha con la ricotta lo es. Además es muy fácil de preparar. Acompañadla con un poco de mermelada de cualquier fruto del bosque o compota de cerezas y ya me diréis.
Buen provecho!
La ficha
- 500 g de ricotta
- 3 huevos
- 130 g de azúcar
- 250 g de galletas tipo digestive
- 110 g de mantequilla
- 1 limón
- Triturar las galletas.
- Derretir la mantequilla en el microondas o al baño maría.
- Mezclar las galletas con la mantequilla y colocar la mezcla en el fondo del molde en el que hornearemos la tarta, presionando la mezcla para formar una capa dura, para el fondo del pastel.
- Dejar el molde en el frigorífico durante media hora.
- Separar las claras de las yemas de los huevos.
- Montar las claras a punto de nieve
- Batir las yemas con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa
- Rallar la piel del limón y añadirla a la mezcla de azúcar y yema.
- Añadir la ricotta a la mezcla y continuar batiendo hasta obtener una crema homogénea.
- Incorporar las claras a punto de nieve al bol y mezclar con en resto suavemente, con movimientos envolventes, del fondo del bol hacia arriba.
- Precalentar el horno a 175 grados
- Echar la mezcla en el molde y hornear unos 50 min aprox, hasta que la tarta esté dorada por encima.
- Refrigerar la tarta durante 2 horas antes de servirla.