Para quedar del todo bien, debería haber utilizado Garganelli una clase de pasta al huevo típicamente emiliana, de forma similar a le penne rigate con la que se acostumbra a hacer esta receta, pero no tenía. Cabe decir que, con las tagliatelle, igualmente típicas de la misma región, quedó la mar de bien y, por eso mismo , me atrevo a recomendaroslas como sustitutas de los Garganelli, porque por ahí no sabría donde indicaros dónde encontrar Garganelli y, tagliatelle, venden en casi cualquier supermercado.
¡Que os aproveche!
- 200 g de tagliatelle frescos
- 75 g de jamón cocido cortado en daditos
- 100 g de guisantes pequeños extrafinos congelados
- 100 ml de crema de leche
- 20 g de mantequilla
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Nuez moscada
- Pimienta
- Sal
- Calentar ya el agua para la pasta, porque el resto se hace muy rápidamente.
- Calentar las dos cucharadas de aceite en una sartén y añadir los guisantes cuando el aceite ya esté caliente.
- Remover los guisantes, añadir 4 cucharadas de agua, un poco de sal y dejar que cuezan a fuego lento, hasta que estén cocidos.
- En otra sartén calentar la mantequilla y dorar los cubitos de jamón cocido .
- Cuando estén dorados, incorporar la crema de leche, una pizca de nuez moscada y salpimentar la salsa al gusto.
- Unir los guisantes, la salsa, la pasta en la salsa ya cocida y un par de cucharadas del agua de cocción de la pasta en una misma sartén.
- Saltear las tagliatelle con el resto de ingredientes un minuto y medio.