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Ossobuco a la Milanesa: El clásico italiano que enamora a España

Uno de los platos más emblemáticos de la cocina lombarda: el ossobuco (o osobuco) a la milanesa. Hubo un tiempo en que se consideraba “comida humilde” por aprovechar piezas con nervio y colágeno, pero hoy en día es un verdadero manjar que conquista hasta los paladares más exigentes. El secreto está en la cocción a fuego lento, el mimo con las especias y ese toque vibrante de la gremolata, que aporta frescura y un matiz cítrico imposible de olvidar. Esta tradición proviene de la región de Lombardía, cuna de una de las cocinas más ricas y auténticas de Italia.
Tiempo de preparación20 minutos
Tiempo de cocción1 hora 45 minutos
Tiempo total2 horas 5 minutos
Plato: Segundo plato
Cocina: Italiana
Keyword: estofado, guiso
Servings: 2
Calories: 450kcal
Author: Gamu

Ingredientes

  • 2 cortes generosos de ossobuco
  • 1 cebolla grande
  • 1/2 vaso de vino blanco seco
  • 2 cucharadas de harina de trigo
  • 5 hojas de salvia o 1 de laurel
  • 50 g de mantequilla
  • 350 ml de caldo carne o ave
  • sal y pimienta negra molida
  • aceite de oliva virgen
  • 1 cucharada de perejil picado
  • 1 cucharada de ralladura de limón
  • 1 diente de ajo opcional

Elaboración paso a paso

  • Corta la cebolla en trozos finos y sofríela a fuego lento con aceite de oliva y mantequilla, añade sal y pimienta y déjala pochar sin que se queme.
  • Haz pequeños cortes en la membrana externa del ossobuco para evitar que se deforme, enharínalo ligeramente y séllalo en la misma sartén junto a la cebolla.
  • Incorpora salvia para realzar el sabor si lo deseas.
  • Añade el vino y deja que se evapore el alcohol, incorpora la cebolla reservada y la mitad del caldo, tapa y cocina 30 minutos a fuego medio-bajo.
  • Da la vuelta a la carne, vierte el resto del caldo y continúa la cocción otros 25 o 30 minutos o hasta que esté muy tierna.
  • Mezcla el perejil, la ralladura de limón y el ajo picado para la gremolata, y espolvorea justo antes de servir.

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Notas

  • Realiza incisiones en la grasa exterior para que el ossobuco no se encorve.
  • Controla la caramelización de la cebolla para que no amargue el plato.
  • Añade o evita el ajo en la gremolata según prefieras.
  • Sirve con risotto a la milanesa o un trozo de pan para disfrutar la salsa