Picar la media cebolla.
Pasar la remolacha por el minipimer hasta reducirla a textura de puré.
Cortar un par de làminas de manzana a cuadraditos pequeños y bañarlos en un poco de zumo de naranja.
Sofreír media cebolla.
Cuando la cebolla esté bien pochada, agregar el puré de remolacha. Mezclar, probar y salpimentar. Pasados 2 minutos, reservar.
Calentar la nata a poca temperatura, añadir el queso cremoso y remover para que el queso se vaya fundiendo lentamente. Salpimentar y reservar.
Meter agua abundante para hervir la pasta. Salar a la que hierva e incorporar la pasta.
A la que la pasta esté casi al dente, incorporarla a la paella con la crema de remolacha, que habremos previamente puesto a calentar. Saltear, añadiendo medio cucharón de agua de cocción y un chorrito de aceite de oliva.
Emplatar: Colocar un par de cucharones de pasta en el plato. Decorar con un par de cucharadas de crema de queso, trocitos de nuez, daditos de manzana, una pizca de aneto, un poco de ralladura de naranja, las hojas de rúcula y un poco de queso rallado.