Primeros,  Recetas

Fusilli lunghi con salchicha y espinacas

Una de las primeras cosas que pregunté a los indígenas de la zona fue si la pasta de colorines, que casi todo el mundo te lleva como detallito del viaje a Italia, y que normalmente acaba en el cubo de la basura, caducada, porque daba pena comerla de tan mona, se utilizaba alguna vez en los hogares italianos, o era sólo inventos para turistas. Todo sea dicho, siempre de menos mal gusto que los delantales o calzoncillos adornados con una fotografía de las partes más íntimas de alguna famosa estatua renacentista. (Si no sabéis de qué pasta estoy hablando, os dejo este vídeo para ilustrar el tema, que además a mí me transmite la misma angustia y crisis existencial que el producto en sí).  Tal y como me temía, aunque en Italia la oferta de tipos de pasta es muchísimo más extensa que en nuestros supermercados, los colorines absurdos se encuentran sólo en negocios para guiris. Los fusilli lunghi pertenecen, según mi criterio de no nativa, pero lo suficientemente familiarizada con las costumbres locales, a pasta divertida, pero utilizada en las cocinas italianas. Recuerdo haberla visto en algunos supermercados de Barcelona. Si encima la encontrarais de la marca napolitana Garofalo, sería ya para tirar cohetes.

A mí me encanta y es la favorita de todos los italianos/as que conozco. De todas maneras, sale igualmente bien con fusilli normales. No he encontrado mi variación de la receta con limón. Normalmente si se me ocurre algo, busco en internet si alguien ya lo ha pensado primero. Si no se da el caso, me sirve para sentirme la mar de lista y/o meditar si no será que es una mezcla culinaria aberrante. No ha sido el caso, aunque, quién sabe, tampoco dispongo de todo el tiempo del mundo para leer todo lo que me sale en google. Se me ha ocurrido del mismo modo en el que uno piensa en el agua de Vichy, sólo ver unas manitas de cerdo que se va a meter entre pecho y espalda. El limón da un toque fresco y ácido en contraste con el graso caramelizado de la salchicha, que te lo hace percibir como un poco más ligero. Para acabar y poder dormir bien esta noche admito que, antes de mi exilio voluntario a Italia, también era de esas a las que le gustaba que le regalaran pasta de colorines imposibles, como salidas de la fábrica de Willy Wonka . Y sí, también acabó en la basura, para evitar que una plaga de gorgojos, que pedía a gritos escapar del plástico, invadiera los demás paquetes de pasta ordinarios del armario.

Fusilli lunghi con salchicha y espinacas ~ Primeros Recetas  ~ La ragazza col mattarello
Bea: De su volumen podéis deducir que nos os podéis fiar de su criterio: Se lo come todo.

La ficha


Fusilli lunghi con salchicha y espinacas
Fusilli lunghi con salchicha y espinacas ~ Primeros Recetas  ~ La ragazza col mattarello
Autor:
Número de raciones: 2
Tiempo de preparación: 
Tiempo de cocción: 
Tiempo total: 
Ingredientes
  • 250 g de fusilli lunghi
  • 2 salchichas medianas (150 g más o menos)
  • 500 g de espinacas frescas
  • 1 guindilla
  • 1 diente de ajo
  • Pecorino o parmigiano rallado
  • 50 ml de vino blanco seco
  • Una cucharadita de café de ralladura de limón
  • Una cucharadita de café de zumo de limón
  • Pimienta negra
  • Sal
  • Aceite de oliva.
Instrucciones
  1. Rehogar lentamente el diente de ajo y la guindilla en una paella mediana con un buen chorro de aceite de oliva.
  2. Retirar el ajo y la guindilla de la paella, subir ligeramente el fuego y añadir las espinacas. Salar y sofreír las espinacas ⅘ minutos hasta que hayan reducido su volumen, pero sin dejarlas convertir en papilla negra.
  3. Calentamos un chorro de aceite de oliva en otra paella, lo suficientemente grande como para poder mezclar cómodamente la carne de salchicha, la pasta y las espinacas en ella. Dorar la carne de las salchichas, que previamente habremos sacado de la piel y desmenuzado.
  4. Cuando la salchicha esté dorada, la rociamos con el vino y la dejamos cocer hasta que el vino reduzca y la carne adquiera un brillo confitado, unos ⅘ minutos
  5. Rallar una cucharadita de café de peladura de limón. Exprimir otra cucharadita de café de zumo de limón y las añadimos a la salchicha. Remover, dejar reducir un par de minutos y parar el fuego.
  6. Poner a calentar abundante agua con un poco de sal (no añadir la sal hasta que hierva el agua). Colar la pasta cuando esté casi al dente. Mezclarla con la salchicha y medio cucharón de agua de cocción de la pasta por un par de minutos a fuego moderado.
  7. Apagar el fuego, añadir las espinacas, pimienta a gusto y acabar de mezclarlo todo.
  8. Servir el plato espolvoreando la pasta con pecorino o parmigiano a gusto.
  9. Nota 1: Para ir más deprisa y evitar tener que recalentar la salchicha y las espinacas cuando la pasta esté casi al dente, poner a calentar el agua para la pasta al mismo tiempo que se empiezan a cocinar la salchicha y las espinacas. Todo depende de los fogones de los que dispongáis o de vuestra capacidad "multitasking"
  10. Nota 2: No pasarse con el limón!

 

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